Se ofrece una reflexión sobre la docencia del derecho partiéndose de la experiencia personal, la de alumno y la de profesor. Entre el mundo de 1964 (año que comenzó sus estudios), caracterizado por la máquina de escribir y la dictadura franquista, y el mundo de 2009, caracterizado por internet y la constitución, hay una brecha y sin embargo la enseñanza del derecho no ha asumido apenas esos cambios.